El club local, integrado por más de 30 socios: mujeres, hombres, niños, niñas y jóvenes, retoma sus entrenamientos en estas disciplinas de deportes autóctonos: tanga, bolos y rana. Hoy domingo se han centrado en la tanga y los bolos.
Sus objetivos son claros: mantener activa la tradición, compartirla a las siguientes generaciones, realizar un deporte al aire libre y crear una cultura participativa e intergeneracional.
Además el club se prepara, con este tipo de “tiradas”, para las próximos campeonatos. Los primeros serán de forma doméstica entre los socios y socias del club y después irán realizando encuentros con los pueblos cercanos en función de la situación de la Pandemia y la coordinación con la Federación Regional.
El espíritu del Club de Íscar se resume en estas palabras de la Dirección General de Deportes y la Federación Regional de Deportes Autóctonos de Castilla y León.
Los deportes autóctonos, nos remiten a sus raíces, a sus orígenes, que son los nuestros, y a la pervivencia de estos deportes, que también es el de parte de nuestra cultura.
La destreza manual, la puntería, la concentración y toda una serie de habilidades diversas se ponen a prueba en un marco de convivencia, de encuentro y de diálogo, como antaño ocurriera entre los pastores que nos han legado buena parte de estos juegos.
Una cultura de convivencia, que en nuestros días lo es también de integración, pues en muchos de ellos pueden participar niños, niñas y mayores, hombres, mujeres y personas con alguna discapacidad, favoreciendo la convivencia, la tolerancia y el diálogo intergeneracional.
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